odiando al jefe de mi marido
mi marido ha cometido un gran error en su trabajo, pensó que podría salirse con la suya desviando algunos fondos a su cuenta personal pero su jefe lo descubrió… estoy odiando al jefe de mi marido desde que supe lo que le pidió a cambio de no enviarlo a la cárcel, al parecer desde que me vio en la fiesta de la compañía le guste y ahora trata de aprovecharse de la situación de mi esposo para aprovecharse, el le pidió que yo fuera su puta a cambio de no enviarlo a prisión, por un lado me puso muy cachonda pensar en ser la zorra de otro hombre, en vivir una de esas fantasias cuckold, el ser su puta me tiene muy excitada me muero por probar su rica polla negra pero porsupuesto debo disimular frente a mi marido, no quiero que se de cuenta la clase de zorra que soy, me puse un conjunto de lencería muy sexy para recibir a su jefe. mi culo solo con unas pequeñas bragas de encaje pidiendo a gritos que lo penetren, estaba lista para ser su zorra, lo primero que me pidió fue que le chupara la verga, me metí esa dura y enorme polla en la boca pensando en como se sentira mi marido con eso, el remordimiento me invadía al pensar lo humillado que debía estarse sintiendo pero también mi coño estaba chorreando de lo cachonda que me esta poniendo lamer esa dura polla frente a el. sentirme tan puta me puso mas caliente que nunca, tenia que seguí fingiendo que estaba odiando al jefe de mi marido pero la realidad es que en ese momento, con su boca lamiendo mi clítoris estaba amandolo, ese hombre si que sabia como satisfacer a una mujer. me follo como toda una puta penetrandome cada vez mas duro y profundo, yo trataba de esconder mis gemidos de placer pero era inútil, el me estaba dando los mejores orgasmos de mi vida. me pedía que le dijera a mi marido lo bueno que era follando, lo deliciosa que era su verga. lo mucho que me gustaba ser su puta… al final me dio toda su rica leche en mi boca. jamas había disfrutado tanto una corrida en mi cara, su semen era delicioso, la puta que llevaba dentro había salido en todo su esplendor para complacer esa verga negra, desde ese momento nos dejo claro que yo era su perra… el se fue y mi marido me ayudo a limpiar todo el semen que había dejado en mi cuerpo, le dije que lo amaba y que había sido muy repugnante el tener que ser la zorra de ese hombre pero la realidad es que ya estaba deseando tener nuestro próximo encuentro. esperando que la siguiente vez me follara por el culo algo que jamas ha hecho mi cornudo esposo….